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domingo, 8 de septiembre de 2013

El amor al laberinto

El amor al laberinto: (de los guitarristas primeros de flamenco, en las falsetas)

Las falsetas en flamenco, las tradicionales por bulerías de Jerez (por referenciar uno de los epicentros geográficos) de hace mucho tiempo, eran de una gran sencillez, casi siempre a cuerda pelá (melodías sin acompañamiento y tocadas de pulgar por grados conjuntos o saltando poco). Estas falsetas melódicas no tenían un objetivo o destino claro en su linea y dirección melódicas, esto es hacia donde la melodía quería ir para luego volver al "lugar de descanso". Tenían más bien una intención de hacer cantar, emulando el cante o al cantaor, pero con la guitarra, en la modalidad y tonalidad en la que se movia el palo en ese momento. El guitarrista, a menudo, no tenía siquiera interiorizada una rueda armónica en la que transcurriese esa falseta, con lo cual solo tenía el tono y el modo de referencia para tocar la falseta. Corazón puro al aire. Esto indica y recuerda la casi total ausencia de elementos armónicos con los que el guitarrista no ya componía, sino cantaba y bailaba con la guitarra, con lo que de improvisación y espontaneidad hay en el baile y el cante flamencos, y por ende en la guitarra.  
La importancia en este tipo de falsetas no reside en el camino melódico, la importancia, lo que las identifica, su belleza si se me permite, está en la gracia rítmica y en la guasa, en la valentia y arrojo, en cómo baila el intérprete dentro del compás, teniendo una importancia secundaria las notas que se toquen (bastaría con una sola nota, para jugar con la que tiene encima y debajo).
Ante la escasez tan grande de elementos armónicos, de recursos guitarrísticos y musicales de la época entre los guitarristas flamencos, se despiertan o aparecen otros elementos de juego, como el salero, la gracia, demostrada según la idea que trato de explicar que resumo en "el amor al laberinto", al perderse con gusto en las notas de la escala, sin querer cantar una melodía bella al estilo francés (conmovedora por sus intervalos).

viernes, 6 de septiembre de 2013

El despertar y el renacer, puede sorprendernos en sus ritmos

El hecho de que en Croacia, poco antes de independizarse, solo tuvieran segun los sondeos un 20% de apoyo ciudadano a favor del si, dice mucho de cómo, en un proceso constituyente, la "basculación" o "despertar" pueda ser repentino en su tramo final. Durante un cierto tiempo previo a la oscilación cohabitan abajo las dos voluntades, preguntándose la una a la otra la viabilidad de cada postura (la conservadora y la revolucionaria), preguntándose cada vez más intensamente la población en este periodo cercano al despertar final cada vez más preguntas: cual es el nuevo camino a seguir, si mantenerse a ver si… o… como se tomará este nuevo camino, qué grado de implicación estará dispuesta la población a tomar… Algo ha comenzado hace tiempo que ya no se puede detener.

No se muy bien porqué, pero recuerdo en este momento un libro precioso que escribió M. Ende, en el que cuenta como el mundo de Fantasía, justo antes del momento de destrucción total, justo antes de que la nada engulla Fantasía entera, basta con un solo grano de arena del mundo de Fantasía y de imaginar un nuevo nombre, para reconstruir lo que estaba totalmente devastado.

martes, 3 de septiembre de 2013

Como la rama nueva, nuevo es el dia.

La basculación, la alternancia, o el movimiento pendular es algo propio de la Naturaleza de las cosas,  como en la respiración se alterna la expiración y la inspiración, o en el año las estaciones, en los días la luz del día y la oscuridad de la noche…
En el momento actual, podríamos decir que la exhalación (o el proceso de exhalación) ha llegado a su límite. No nos queda una gota de aire en los pulmones, y por más que un sistema (ideado y pilotado en la sombra por la finanza global) quiera que sigamos expulsando aire, por más que el 0,1% quiera seguir exprimiendo al 99% restante, por más que incluso algunos de nosotros (alberguemos una parte del Yo que se arrodilla y acepta la esclavitud y miseria humana y relacional extremas que el mundo nos tenia reservados al nacer), podamos pensar que aun se nos puede obligar un tanto más a seguir sacando aire sin ,… el cuerpo y La Vida mandan, y mandan otra cosa, La Vida, que siempre encuentra la manera de expandirse y seguir creciendo, manda volver a inspirar. La Naturaleza pide expansión después de tanta compresión. Aún en el momento más oscuro de la noche profunda, hay un momento en que vuelve a haber un pequeño rayo de luz que trae el nuevo día.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Insecto diminuto vestido de frac ataca a dinosaurio

Es normal temer las fuerzas de resistencia a la revolución, las fuerzas que se opongan al cambio. Pero en este momento que vivimos, hay algunos hechos, cada vez más en boca del pueblo, que hacen que ese temor se disuelva en la inmensa magnitud de la inevitable necesidad de la revolución. En este momento que estamos viviendo se hace evidente que el cambio no solo es utópico, sino que ademas es inevitable. Los cientos de indicios que los estudios científicos nos ofrecen acerca del estado del planeta, nos informan que las posibilidades de que, a este ritmo, siga existiendo la vida en el planeta en unos cuantos años, cada vez son menores y más remotas.
Al lado está la realidad cada vez más probada y conocida de que un 0,1% de la población mundial, aquella poseedora de la finanza globalizada, oprime, ahoga y estrangula al 99% restante.
No es cuestión de si creo que la revolución o el cambio traerá más problemas que soluciones, no es cuestión de pensar a quién le molestará más El Cambio, ni tampoco es importante qué hará este grupo de personajes a los que, supuestamente, les disguste El Cambio para evitarlo, para sofocarlo y apagarlo. Al lado de que El Planeta en pocos años no permita la vida, al lado de que el 99,9% del mundo malviva en la miseria, sufra y muera de hambre, muera de olvido, de asfixia, de soledad, de miedo, para que un 0,1% pueda ver satisfechas sus ansias desbocadas de codicia… las posibles reprimendas que la instancia más alta del sistema nos tenga preparadas a los que cultivamos el cambio con mayúsculas, (aquél que quiere derivar hacia un proceso constituyente de origen puramente ciudadano), son un insecto diminuto intentando hacerle algo a un dinosaurio.